Musk demanda a OpenAI por violación de contrato
Revelan Centro del ejército mexicano para monitorear y manipular redes, WhatsApp le gana a Pegasus y Musk demanda a OpenAI.
Foto de portada por Web Summit.
Puedes encontrar las versiones tanto en audio como en video de este contenido en sus respectivas ligas.
Un reporte de la Red de Defensa de los Derechos Digitales reveló la existencia del Centro de Operaciones del Ciberespacio (C.O.C.), una unidad dedicada a monitorear a usuarios de redes sociales que se muestran críticos sobre el Gobierno Federal o las fuerzas Armadas. Entre sus facultades, además del monitoreo pueden crear perfiles falsos para obtener información sobre las redes de contactos de las personas vigiladas y operar granjas de bots para buscar influenciar la opinión pública. Para su funcionamiento, el Centro utiliza el spyware Hiwire, desarrollado por la empresa israelí WebintPro, cuya adquisición se hizo a través de Scitum S.A. de C.V., una compañía de ciberseguridad propiedad de Carlos Slim.
Facebook podría dejar de enfocarse en el sector noticioso ya que eliminará la pestaña de Noticias tanto en Estados Unidos como en Australia a inicios de abril. Dicha pestaña ya ha sido removida de lugares como Francia, Alemania y Reino Unido. De acuerdo con Meta, el contenido noticioso “genera menos del 3% de lo que la gente ve en su feed en Facebook alrededor del mundo”. En lugar de pagar millones de dólares por contenido que no es consumido mayoritariamente en su plataforma, Meta se enfocará en el producto de moda y de novedad, que son los videos cortos.
WhatsApp podrá tener acceso para explorar completamente la funcionalidad del spyware Pegasus del Grupo NSO, esto después de que se anunciara la decisión tomada por el juez Phyllis Hamilton. Tras esta decisión, el Grupo NSO deberá compartir información relevante relacionada a los periodos en donde WhatsApp detectó espionaje en su plataforma. Por otro lado, el juez no está obligando a NSO a divulgar la identidad de sus clientes o detalles sobre la arquitectura de sus servidores.
Adobe anunció Project Music GenAI Control, una herramienta experimental de generación y edición de audio basada en prompts, similar a lo que se hace con Firefly del mismo Adobe. La herramienta busca que “en lugar de editar manualmente la música para crear intros, salidas o música de fondo, los usuarios puedan generar las piezas que necesitan, aligerando los flujos de trabajo de inicio a fin”.
Elon Musk metió una demanda en contra de OpenAI y su CEO, Sam Altman, alegando que la compañía detrás de ChatGPT se ha desviado de su misión original, sin fines de lucro, al colaborar con Microsoft y obtener $13,000 millones de dólares mientras que el código de sus productos basados en IA se mantiene en secreto. La demanda fue ingresada en la corte estatal de California este jueves alega que este acuerdo con Microsoft viola el propósito original de la compañía de la que Musk participó en su fundación, lo que representa una ruptura de contrato.
Musk busca frenar a OpenAI
Elon Musk es una figura polémica y multifacética. Mientras que su papel en Tesla para popularizar el uso de autos eléctricos, y el abaratar costos para lanzamientos espaciales con SpaceX, han sido sus mejores cartas de presentación, detalles como la adquisición de Twitter y sus comentarios sobre el miedo a la creación de la “temida súper inteligencia artificial” dejan mucho que desear.
Esta semana Musk demandó en una corte de California a OpenAI, alegando que la compañía se alejó de un propósito más altruista y que básicamente ha obtenido hasta 13 mil millones de dólares en beneficios económicos, lo cual la alejan del propósito que tenía esta compañía.
Es cierto que OpenAI tiene una estructura peculiar. Esto causó el despido y eventual regreso de Sam Altman a la empresa, ya que en su mesa directiva se contaba con personal que buscaba que su propósito de avanzar en el bien de la humanidad fuera lo principal, y estos denunciaban acciones cuestionables por parte de Altman, aunque nunca se revelaron detalles de dichas acciones. Por otro lado, la misma empresa tiene un área completamente comercial, la cual debe generar ganancias para mantener económicamente el desarrollo de toda la empresa.
Si bien Musk fue parte del concejo fundador, él salió hace años y la empresa a la cual le prometió financiamiento, el cual nunca otorgó completamente, no tiene mucho que ver con los ideales originales. El propósito de Musk podría ser loable, si es que uno tiene miedo a que OpenAI nos acerque a la llegada de la temida Inteligencia Artificia General la cual nos reemplazará a todos y dominará al mundo, pero si consideramos que Musk tiene una empresa propia que está desarrollando herramientas basadas en IAs, parece más una manera en la que busca frenar el desarrollo de su competidor y actual líder en esta carrera tecnológica.
Algo que cabe destacar es que la demanda de Musk no tiene mucho en qué sostenerse, lo cual no es sorpresa. De entrada, para que hubiera una violación de contrato, debería haber un contrato válido, en donde se haya hecho una oferta, se haya aceptado y haya un intercambio de valores. Lo más importante es que este sea un contrato que existe por escrito, como evidencia del acuerdo. Musk basa sus quejas en un “acuerdo de fundadores”, pero al revisar la demanda, se ve que dicho acuerdo es básicamente que quienes estaban en las cadenas de correos estaban “en la misma sintonía”. ¿La mejor evidencia de Muks? Es un correo que le envió Sam Altman en donde este dice que ”la tecnología desarrollada por OpenAI debería usarse para el bien de la humanidad”, a lo que Musk respondió diciendo: “de acuerdo con todo”.
Finalmente, cabe destacar que el acuerdo entre Microsoft y OpenAI, en donde los miles de millones benefician a la segunda compañía, consiste principalmente en crédito para el uso de sus servidores de Azure, así como de recursos de la gran M. No es como si la mayoría fuera a ser dinero recibido por los bolsillos de Altman, de lo que Musk quiere su parte que además, no le corresponde.
El propósito final de Musk es el frenar un poco a OpenAI así como el buscar que estos revelen secretos sobre su tecnología al alegar, sin muchos fundamentos, sobre su peligrosidad. Tal vez yo no sea fan de mucha de la tecnología generativa, pero tomar estas medidas más que una preocupación honesta por el fin de la humanidad tiene tintes económicos y financieros. Habrá que ver cómo continua este caso, en el cual no veo muchas posibilidades que Musk alcance una victoria.
Si quieres revivir uno de los momentos más dramáticos de OpenAI, revisa nuestro episodio 340, en donde hablamos de la salida de su CEO.