El cine mató a la estrella de streaming
Los medios tradicionales van a la alza mientras que el negocio del streaming sigue sin ser negocio y acumula pérdidas
El streaming está muerto. Todavía no salimos de la pandemia, pero tan pronto la gente fue capaz de salir de sus casas, retomó muchas actividades. Adiós a los cursos de Doméstika que nadie terminó, adiós al streaming de series mediocres que no tendrían éxito a menos que alguien te obligue a quedarte encerrado por que te puedes morir al salir a la calle, y adiós a las llamadas interminables de zoom que te lavaron el cerebro haciéndote creer que ese tipo de contacto mejoraba tu vida. Pero... ¿en realidad va tan mal la industria del streaming del entretenimiento? Revisemos algunos datos y traigamos la verdad a la luz.
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Sí, sí, ya lo se. Antes muchos decían que el streaming mataría al cine ya que la gente no quiere gastar y prefiere quedarse en casa, pero tan pronto hubo mayor disponibilidad de vacunas y las restricciones se han levantado casi en su totalidad, lo que más hacen las personas es salir a actividades como conciertos, fiestas, partidos, viajes e ir al cine.
Empecemos con el cine. Estamos en julio pero a nivel taquilla se han recaudado ya más de 21,400 millones de dólares a nivel mundial, comparados con los 12,400 millones recaudados en todo el 2020.
Las cintas más taquilleras del año están encabezadas por Top Gun: Maverich con 1,282 MDD, seguida por el Doctor Strange con 854 MDD y Jurassic World: Dominion con 923 MDD. Estamos casi en época pre-pandémica en que había cintas que se acercaran o superarán los mil millones de dólares.
¿Cómo podemos comparar esto con Netflix? Que es el servicio de streaming líder en su categoría. En su último reporte de ganancias, la Gran N Roja reportó un incremento del 9% para llegar a los 7,970 millones de dólares en ingresos. En un trimestre. Es el equivalente a tener entre 8 y 9 películas multitaquilleras como las ya mencionadas estrenadas en tres meses. Los números no son tan malos en realidad.
Mientras que otros servicios como Peacock reportaron que no tuvieron incremento en suscriptores en el segundo trimestre y perdió 1 millón de suscriptores mensuales en su plan gratuito, los ejecutivos insisten en que todavía no es tiempo para esperar ganancias por ofrecer servicios de streaming. Recordemos que Disney lanzó su plataforma con un aviso de que no esperaban ver ganancias en 5 años, y a la fecha siguen perdiendo dinero, a pesar de que tienen un nivel y cantidad de producciones muy menores, al compararlos con Netflix, aunque su crecimiento ha sido muy rápido.
Ahora muchos gustan de satanizar a Netflix por que "se atreve" a querer cobrarte por cosas que antes no te cobraba pero que, seamos honestos, tiene todo el derecho a hacerlo. El que tú pagues por una cuenta compartida hasta con el primo de tu ex novia de la prepa no es una buena práctica, ni para el servicio que te ofrece el streaming, ni para ti que no llevas un control adecuado sobre lo que gastas. Si bien es cierto que a la compañía no le importaba tanto la compartición o la piratería de contenido cuando iban a la alza, ahora que tienen que apretarse el cinturón, es comprensible que quieran recortar pérdidas, y lo han estado haciendo poco a poco, midiendo reacciones, mientras hacen pruebas en América Latina, mientras que muchos creen que eso quema su marca y van a cancelar sus suscripciones, pero de pronto ven un trailer de Pinocho de Guillermo del Toro, Blonde con Ana de Armas, o el Sandman de Neil Gaiman y se les pasa.
Lo que muchos ignoran, o no conocen por preferir las críticas fáciles, es que de acuerdo a revisiones de Nielsen, la televisión abierta en su canal más popular en Estados Unidos, que es CBS, tiene casi la mitad de minutos vistos que tiene Netflix. CBS con 753 mil millones de minutos vistos, contra los 1,334 billones de Netflix. Entre Stranger Things, The Lincoln Lawyer y el Hustle de Adam Sandler, Netflix sigue siendo líder en su sector, y la atención de todos esos ojos va a caer en los anunciantes que entren en sus planes de suscripción con publicidad, lo cual es más cercano a la televisión tradicional que lo que quisieran reconocer los jefes de la oficina de Los Gatos, California.
Pero la publicidad no es garantía de ganancias, Roku en su reporte de ingresos no llegó a los números esperados, llegando a los 764 millones en ingresos, en lugar de los 805 millones esperados. Roku, que empezó como un stick para transmisión de streaming, es el gran caballo negro de la industria, ya que su verdadero motor es el recabar datos y aprovecharlos para acomodar publicidad, e incluso ellos tienen problemas. Parece que eso del streaming ya no es la fórmula del éxito como muchos la vendieron durante 2020.
Curiosamente, en México, Grupo Televisa es quien al parecer marca la pauta a seguir. Gracias a su fusión con Univisión y al lanzamiento de dos plataformas, una gratuita y otra de paga, con estrategia unificada para todo el continente, indica lo que podría ser el camino a seguir. Esta semana reportó ingresos de 3,140 millones de pesos, lo cual es un aumento de casi el 50% en comparación con el año pasado.
Netflix tiene tropiezos, y todos los demás servicios los van a tener también. Sus modelos, aunque no quieran reconocerlo, terminarán más cercano a el manejo de medios tradicionales, que al de los startups de tecnología... y eso es lo mejor, ya que esos unicornios tecnológicos usualmente terminan sacrificados, con rarísimas excepciones. Estamos en un periodo de depuración en el que es saludable que se cuestione el optimismo sobre el crecimiento del sector en años pasados. El ajuste de estrategias para mantenerte suscrito y pagando, aunque sea menos pero con publicidad, es un camino lógico para la empresa, y es algo que ya han hecho otras empresas antes, y marca el final de una era en que el buffet de entretenimiento con el "consume hasta que te sangren los ojos" sin pausas comerciales es cosa del pasado.
Hay otra lección de la vieja escuela del cine que también debería aprenderse por el sector de streaming. El negocio no es tan bueno como muchos quieren aparentar. Un blockbuster exitoso paga por el fracaso de otras 8 o 9 películas lanzadas por el mismo estudio. Debes de tener suficientes lanzamientos para tener al espectador interesado, pero con diversidad para atacar a distintos mercados y sin saturar, por que eliminas lo especial de la experiencia, lo que la vuelve valiosa y hace que quieras pagar por tenerla. Disney está experimentando ya las primeras consecuencias de abaratar su contenido, con un Pixar debilitado, y la llegada finalmente de esa "fatiga de súper héroes" debido a que tienes lanzamientos cada mes o cada semana con tus personajes favoritos, y en donde el control de calidad tanto en la historia como en la producción ha caído, y su cadena de producción en serie tiene más en común con los tradicionales churros mexicanos que marcaron el ocaso de nuestra industria, que con la era de los blockbusters mil millonarios que los posicionó como líderes indiscutibles de la industria.
Ya nos la sabemos, Cap. Si atascas el mercado, es muy probable que la calidad baje y no factures como querías.