Buscan implementar el Impuesto a la Copia Privada
Bing gana usuarios, Facebook podría reintegrar Messenger y el Senado mexicano busca implementar impuestos por Copia Privada
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El jefe de tecnología de Microsoft Alemania, Andreas Braun, dijo que la compañía empezará a usar tecnología de GPT-4 la próxima semana. Esto permitirá capacidades multimodales lo que permite interactuar a través de texto, imagen, sonido y video. Este modelo también creará respuestas más rápido y las hará sonar más humanas. Braun no dijo qué productos de Microsoft AI recibirán esta actualización.
Microsoft dijo que Bing ahora tiene más de 100 millones de usuarios activos diarios, esto debido en gran parte al interés en usar el chatbot de Bing. Para un mejor contexto, la búsqueda con Google tiene cerca de mil millones de usuarios activos diarios. Alrededor de un tercio de las personas con acceso al chatbot de Bing lo usan al menos una vez al día, con un promedio de tres chats durante el mismo periodo.
Apple Music lanzará una aplicación independiente para los fanáticos de la música clásica. No costará nada más que la suscripción regular a Apple Music, pero los fanáticos de la música clásica tendrán una aplicación dedicada con más de 6 millones de pistas, listas de reproducción curadas, álbumes exclusivos, biografías de compositores y más. Esta versión de la app se lanzará el 28 de marzo.
En 2014, Meta separó su aplicación de mensajería de la aplicación principal de Facebook, haciendo que los usuarios tuvieran que descargar una aplicación distinta para usar esa función. El líder de Facebook, Tom Alison, anunció que se están haciendo pruebas para reintegrar la funcionalidad de Messenger dentro de la aplicación principal, comentando que “queremos que sea fácil y conveniente para los usuarios el conectarse y compartir”. No queda claro si esta funcionalidad regresara también a la versión para explorador móvil de Facebook.
En México, el Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones lanzó un comunicado donde lamenta la intención de la Comisión de Economía del Senado de la República de aprobar una iniciativa para imponer un nuevo impuesto a los mexicanos. Con la llegada de la reforma a la Ley Federal del Derecho de Autor se busca que los fabricantes o importadores de dispositivos que permitan la copia o reproducción de una obra conocida pague una cuota, la cual dependerá del tipo de dispositivo que se emplee. De aprobarse esta propuesta, cualquier dispositivo como un celular, tableta, computadora, consola, disco duro o memoria USB, entre otros, pagaría un extra que se convertiría en esta contribución llamada “remuneración compensatoria”.
¿Un nuevo impuesto para apoyar a los artistas?
Todas las personas que hacemos un tipo de trabajo, buscamos una recompensa al hacerlo. Los más idealistas pueden buscar solo la satisfacción de un trabajo bien hecho, mientras que otros con intereses más mundanos podríamos buscar algún beneficio económico.
En varias ocasiones se ha buscado impulsar en México el impuesto a la copia privada. Este tema volvió a salir a la luz esta semana, con una iniciativa en el Senado en donde se busca cargar este nuevo impuesto a quienes fabriquen o importen dispositivos que permitan el almacenamiento o reproductor de un medio. En propuestas anteriores, el manejo de la Copia Privada se planteaba sobre dispositivos que permitían hacer este tipo de copias en formatos como las cintas o discos. Debido a que la mayor parte del consumo de entretenimiento y obras artísticas se hace a través de servicios que no te permiten almacenar una copia digital de lo que consumes, se ha actualizado este nuevo intento para incluir prácticamente todo tipo de dispositivos digitales. Si tu refrigerador tiene una pantalla LCD y te permite reproducir Netflix, estaría incluido en esta reforma.
¿Qué es lo que se busca con este nuevo impuesto? El planteamiento en todas sus versiones, las cuales pueden rastrearse a la Alemania de los sesentas, o en México de finales de los 90’s, propone que se recaude este impuesto el cual iría directamente a la mano de los creadores, no al gobierno. De esta manera se busca incentivar a la creación de obras y facilitarnos a los autores la vida, al tener acceso a este incentivo económico amablemente recolectado por nuestro bien intencionado gobierno.
Por loable que parezca esta propuesta, nos encontramos con varios problemas. De entrada, aunque se plantea que este impuesto sea pagado por quienes importan o fabrican dispositivos, sin afectar el costo final al usuario, sabemos que en el terreno práctico, estos costos serán absorbidos por alguien y ese alguien es el consumidor final. Cabe destacar que este impuesto no se aplicaría a los servicios, sino a los dispositivos que facilitan el consumo de medios.
Por otro lado tenemos el marco legal, en el cual si bien la propuesta indica que el gobierno no se quedaría con el dinero, sino que este sería recaudado de los negocios particulares y se entregaría a las sociedades y organismos de autores registradas, para que dicho dinero se reparta entre sus miembros, a nivel legislativo el gobierno no puede solicitar pago de particulares que se entregue a particulares. Para que esto funcione como se está planteando, se necesitaría otra modificación a la ley.
Finalmente tenemos el manejo y distribución de estos supuestos ingresos que se buscan recaudar. Si eres un escritor y no estás registrado en la SOGEM, por ejemplo, o un actor y no estás registrado en la ANDA, no tendrías derecho a reclamar este dinero. La mayoría de los autores, especialmente en tiempos digitales, no son parte de estos organismos. Por otro lado, faltaría mayor claridad para saber qué porcentajes se repartirían a que instituciones y cómo se repartiría. Esto, en el caso de quienes creamos contenido digital, como podcasts o videos, implica muchos problemas, y ni hablemos de personas que crean contenido para plataformas como OnlyFans. ¿Tendrán un sindicato o grupo que recibiría ese extra además de las donaciones de los patrocinadores?
De acuerdo con los estimados del IDET, el Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones, los consumidores mexicanos tendríamos que pagar en total entre 3,800 y 5,600 millones de pesos anuales por el sobreprecio que generaría la adquisición de un solo dispositivo, como lo son los teléfonos inteligentes.
Este tipo de propuestas necesitarían mostrar un plan concreto y bien establecido para saber en qué porcentajes se distribuirían estos montos para cubrir la gran cantidad de artistas que se deberían ver beneficiados, como productores, cantantes, compositores, escritores, directores, realizadores, pintores, escultores, fotógrafos, editores, artistas plásticos, moneros, y desde luego, aquellos que creamos contenido digital. Por cierto, ¿en qué gremio debo de estar registrado? Ya que la última vez que revisé, el gremio de podcasteros no tenía presencia formal en México, y estoy mejor registrado en Estados Unidos como representante de mi sector.
Lo más probable es que, como ha pasado en versiones anteriores, esta propuesta no pase, de entrada, por lo ya mencionado, y es que el artículo 73 constitucional menciona que el Congreso no está facultado para imponer contribuciones a particulares que estén destinados a otros particulares. En el caso de que se aplique, tenemos antecedentes en Francia, en donde se ha implementado una legislación similar, en donde el incremento al costo de un dispositivo de consumo va entre un 3 y 4%, el cual se supone no paga el consumidor final, pero en donde no hay prohibiciones explícitas para impedirlo.
Si quieres revisar una charla que tuvimos reciente para hablar de otro tipo de procesos, y como el Machine Learning ayuda a mejorar procesos aduanales, checa nuestro episodio 302, en donde hablamos con Óscar Morales, co-fundadore de Sifty.